UNA MAÑANA CON CHABIER DE JAIME

 Ayer nos adentramos en el maravilloso mundo del chopo cabecero, pero hoy nos hemos metido de lleno de la mano de Chabier de Jaime, un gran conocedor de este árbol y un gran educador, ya que la mayor parte de su carrera ha estado centrada en la enseñanza, transmitiendo siempre su gran pasión por la naturaleza.

Los niños de El Poyo se han acercado a la escuela de Báguena y allí, todos juntos, hemos disfrutado de una charla que iba desde el maravilloso mundo de las plantas hasta llegar al protagonista de la semana, el Populus nigra. Las explicaciones iban acompañadas de fotos muy bonitas de nuestro entorno, que escondían historias muy interesantes: hablaban sobre la forma del árbol, los animales, los hongos que viven en él o los usos que tradicionalmente ha tenido.

Tras un descanso para almorzar y jugar en el patio, nos hemos ido a explorar la ribera del río en busca de los gigantes del Jiloca. ¡Allí estaban esperándonos con unos colores otoñales preciosos! Chabier nos ha explicado algunos detalles más y, sobre todo, ha contestado muchas preguntas que iban surgiendo.

Durante el paseo de vuelta, hemos tenido ocasión de ver cosas apasionantes: un nido hecho con ramitas de hojas y flores de chopo; un gavilán que salía de descansar entre los chopos; un agujero hecho por un pájaro carpintero...

¡Hoy todos hemos mirado la naturaleza con otros ojos, y a muchos nos ha despertado una curiosidad especial por ella!

De regreso al colegio, hemos despedido a Chabier y hemos dado paso a la última actividad de la mañana: una creación artística grupal basada en la técnica de estampación de hojas. El resultado ha sido precioso, y también el ambiente colaborativo que se ha creado.

Mañana seguiremos profundizando en el tema. Poquito a poco estamos creando el museo del chopo cabecero en nuestros colegios, y el documental va tomando forma. El viernes será la inauguración tanto en El Poyo como en Báguena, a las 13 horas. ¡Os esperamos a todos y a todas!

Agradecemos al Ayuntamiento de Báguena que nos haya limpiado la ribera del río para acceder a los chopos y, por supuesto, a Chabier de Jaime por su tiempo, su conocimiento y su pasión.